Marchas justas, vandalismo injustificado

Como ya se había anunciado, hoy se realizaron sendas marchas en toda Colombia con el fin de alzar su voz de protesta en contra de una ley que pretende reformar el sistema de educación superior en el país ( Aquí Artículo Revista Semana "Ley 30: por que si y porque no" ) estudiantes de la Universidad Nacional, Pedagógica y el SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje), con sus sedes de Bogotá y con apoyo de estudiantes que llegaron de Villavicencio, estaban marchando en contra de la Ley 30 y los educadores estaban de paso protestando porque su régimen preferencial posiblemente cambiaría en noviembre de este año y muchos de ellos pasarían al régimen de la Ley 100 (o sea, pensionarse no por tiempo sino por edad, entre otras cosas que no les beneficia), tema que el gobierno desestimó porque no se ha contemplado un cambio en el régimen de salud de los docentes -eltiempo.com. Lo que reportaron los medios de comunicación sobre el evento es que las vías colapsaron y/o fueron bloqueadas por el paso de la marcha (por lo menos en Bogotá los conductores lo vivieron así), miles de estudiantes al final se congregaron en la Plaza de Bolívar para gritar arengas, consignas y mostrar su total rechazo a esa reforma. 

Más allá de entrar a debatir los pro y los contra de las reformas en cuestión me gustaría más tratar de entender por que un número de personas, ya sean infiltradas o no, hacen destrozos al  paso de la marcha; en Bogotá los números nos dicen que fueron 20 mil personas quienes marcharon, muchos grafitis y la explosión de algunas "papas" (estas papas explosivas son unos elementos de fabricación casera que son utilizadas en su mayoría por estudiantes de universidades públicas, o por lo menos es donde más se "ven"); en la ciudad de Tunja los números son más desalentadores: 5 estudiantes detenidos y 2 policías con trauma craneoencefálico como resultado de los fuertes disturbios en medio de la marcha de las universidades Pedagógica y Tecnológica de esa ciudad, según reportes "Varios estudiantes comenzaron a pintar las fachadas con aerosoles y a tirar bombas y bolsas llenas de tinta y pintura que impactaban en la humanidad de los a (sic) uniformados y en las fachadas de las casas".  En Neiva: 800 personas marcharon, entre docentes y estudiantes de la Universidad Surcolombiana, no se presentaron alteraciones; en Pereira: 4 mil maestros y 5 mil estudiantes de la Universidad Tecnológica de Pereira, estos últimos pintaron grafitis al paso de la marcha; en Medellín: 5 mil maestros, sumados a estos se movilizaron empleados de la rama judicial y de medicina legal y en la tarde se movilizaron los estudiantes de universidades públicas y privadas en rechazo a la reforma de la Ley 30; por último en Ibagué y en Manizales las marchas transcurrieron sin contratiempos. (según reportes de: elespectador.com y eltiempo.com)

Es cierto que todos tenemos derecho a protestar, pero ¿por qué se permite, y lo digo por los mismos organizadores de estar marchas, que anden personas encapuchadas pintando paredes, incluso de sitios del centro histórico de la ciudad, personas encapuchadas lanzando papas explosivas o piedras incitando a desordenes y la anarquía? ¿No es más inteligente organizar una marcha como personas civilizadas, con arengas, con consignas y con todas las pancartas que quieran, pero que no salga NADIE lastimado o preso de allí? ¿cuál es la imagen que le muestran al común de las personas? ¿será que si destrozan una pared o quiebran unos cuantos vidrios de bancos y casas la reforma a la Ley 30 o la reforma al régimen de salud va a ser cambiada de inmediato? 

Los "riots" dan si, un golpe de opinión, pero alguien escribió en el twitter que en las noticias se van a ver los destrozos, los disturbios y el vandalismo a raíz de la marcha, PERO no se va a ver lo que pretendían los organizadores de la misma: decirle ¡NO! a una reforma a la educación superior, a la reforma al régimen de salud de los educadores o cualquiera que sea la causa de la marcha.

Ojalá en una próxima marcha recuerden que quienes protestan deben salir a los medios como portavoces de un mensaje y no como simple cifra de heridos, explosiones o grafitis. Gracias por leer.